lunes, 1 de junio de 2015

Se pegaba con todos los tipos duros de la ciudad. Un tipo duro para cada día de la semana. Nunca salía vencedor del combate pero el dolor físico acompañante al concluir la pelea lo excitaba. Se acarciaba su faz sanguinolenta llena de heridas, palpaba los hematomas de su tronco y extremidades inferiores, presionaba sus costillas quejumbrosas, vertía sal sobre sus labios lacerados, se pasaba horas observando su rostro deteriorado, amoratado y tumefacto frente al espejo del baño, y se regocijaba y jactaba ante sus amigos de lo que consideraba una prueba de su intrepidez. Decía que él era un animal y no un ser humano, que se entregaba al mandato de sus instintos y pulsiones más primitivas silenciando la voz moralizante de la puritana conciencia, culpable de encerrar al Homo Sapiens en un porción ínfima de terreno, de convertirlo en un animal acomodado a una forma de vida sedentaria cuando el animal-humano estaba apremiado por su herencia genética a viajar y bregar y no a compartir y llegar a acuerdos cobardes con el fin de mantener el equilibrio homeostático de su incipiente sociedad. Por eso se consideraba el único hombre sobre la tierra. El verdadero representante, el icono, el arquetipo de un especie degenerada y desviada de su sino evolutivo.
Tenía una denuncia interpuesta por morder la oreja de un perro que se le había encarado cuando él se solazaba en el parque, aunque no pensaba asistir al juzgado a prestar declaración pues despreciaba a los abogados y los jueces ya que el único árbitro con poder de decisón eran sus puños asesinos. Si querían justicia que lo dejasen enfrertarse a ese maldito chucho engreído. Su dentellada contra su puño. El hombre civilizado no recurre a la fuerza y dirime sus diferencias escuchando  a las partes implicadas y hallando... Mierda, Mierda y Mierda. Sólo son ejercicios de retórica para aturdir y confundir. 
Sangre, fango y brega pero no con una lectura literal y corta de miras de estos conceptos. El cambio requiere de estos ingredientes tomados en su sentido metafórico.        

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