- Tenías razón sobre lo del
hotel, Estefanía tampoco creía que fuese la mejor opción.
- Entonces, infiero por tu
presencia en el supermercado que habéis acordado un nuevo plan.
- Sí, nos hemos citado el
fin de semana pero en su piso.
- Lo importante es que
tengáis tiempo para estar solos los dos antes de separaros durante el verano.
Para los recién enamorados dos meses se hacen muy largos aunque el teléfono e
Internet permitan un contacto virtual continuo e ininterrumpido. Pero no es lo
mismo. La mano y los genitales son dos órganos con diferentes sensibilidades.
- Y el teléfono es frío y distante.
- Quien dice que la mente
se ubica en el cerebro y únicamente en el cerebro está equivocado. El cuerpo,
como unidad, es el hogar de la mente.
- Sólo puedo pensar en ella
y cuando lo hago tengo la sensación de que no sólo actúa el cerebro sino que
también mis manos, la piel y el corazón conversan conmigo muy excitados. Todo
en mí se ha enamorado de ella. Por consiguiente, el amor que le profeso a Fanny
no constituye ningún estado de enajenación mental producto de mi cerebro.
- Amigo Antonio, mediando
el amor uno deja de ser ese uno pasado. La vida adquiere tonalidades de color hasta
el momento desconocidas. No es ni mejor ni peor. Es una apertura a una realidad
diferente. Depende de cómo lo gestiones hallarás la felicidad o la pesadumbre
más insoportable. Porque no existen categorías absolutas y todo es relativo y
está sujeto a la interpretación que hace uno mismo de esa realidad, asentada en
nuestras propias experiencias individuales.
- ¿Sabes?, antes no creía
en nada. No entendía a la gente que miraba al futuro con esperanza. ¿De qué
servía? Luchar eternamente en una guerra perdida de antemano. Por eso no me
tomaba la vida en serio y me enfrentaba al día a día exhibiendo un humor negro
irritante, aséptico y melancólico. Empero, ahora, sé que esas personas
albergaban un anhelo y en su camino hasta ver satisfecho ese deseo ningún obstáculo
era excusa para deponer la voluntad de salir airoso en la lid. Y el amor, como
emoción subyacente presente en todos ellos, nutría sus esperanzas. Cualquier
amor valía, padres, hijos, cónyuges, credo, ideologías. Mi descubrimiento es
que el amor actúa como catalizador de la voluntad de querer del ser humano.
- Sin embargo, y a colación
de tu última afirmación, ¿no crees que el tratamiento actual dado al sexo, al
amor y a la pareja se ha trivializado, como si lo único importante fuese la
participación en una competición inhumana por dilucidar quién de nosotros echa
más polvos desposeyendo al mismo sexo de su componente amoroso y convirtiendo
al coito en una pulsión animal y al compañero en un banal objeto de una más
transacción comercial?
- Bueno, el amor garantiza
el establecimiento de un vínculo en la pareja que la proyecta en el futuro. Son
dos aspectos directamente proporcionales. A más amor, relación más longeva.
- Sí, eso es. Se ha perdido
la dimensión erótica del amor. El erotismo esconde, oculta, se demora, en lo
erótico la imaginación juega un papel capital, el erotismo trabaja la
creatividad y el actuar creativo embriaga, seduce y hechiza.
- Por consiguiente, los que
se aman se convierten en dos artistas que crean su obra genuina: su propia relación
sentimental.
- Claro. El compromiso y la
fidelidad en la pareja contrastan con la obscenidad de la pornografía explícita
y del corto plazo. La pornografía reduce el amor al coito y lo despoja de
afecto, cuando el sexo debiera ser el vehículo del amor erótico. Entendido así
el sexo deviene espontáneo sin la búsqueda forzada de la satisfacción carnal
como un imperativo inexorable.
- La fusión de la pareja en
un solo ser, ¿el hijo?
- Durante el coito los dos
amantes unen sus almas y se convierten en uno. Ese uno puede engendrar un hijo
o no, pero tanto en uno como en otro caso el acto consuma el amor puro y
verdadero que se profesan ambos amantes.
- Entonces, según he
entendido yo, y corrígeme si me equivoco, el hecho trivial de masturbarse pensando
en tu amada, ¿puede definirse como acto de amor mientras que el sexo frívolo
con una mujer de carne y hueso no? No obstante, no reporta el mismo placer.
- Ummm……. Amén a eso, tío. Pero
no olvides que somos organismos depositarios de conductas reproductivas
moldeadas por la selección natural. Aun así, no dudes de que a lo largo de este
caluroso estío hallaré la respuesta a tu perspicaz observación, fortaleciendo
mi teoría y aportándole un cuerpo de argumentaciones granítico que asuste y
ponga en retirada a posibles detractores inmisericordes como tú.
- ¿Sabes?, algún día en el
futuro echaré de menos estas reuniones. Y me niego rotundamente a pensar que
todo ésto desparecerá cuando hayamos finado. Quizá sobreviva en forma de
transmisión memética en nuestros hijos. O estemos a tiempo de transferir
nuestra idiosincrasia (y no solo memoria) a un cuerpo artificial inmortal y
compartir nuestras charlas hasta el fin de los días. Imagínate, viejos cyborgs
con esqueletos de silicio congregados en la misma sala, bebiendo y siempre con
una palabra más que decir acompañando a los últimos procariotas en el
crepúsculo de La Tierra. Nada de conversaciones en la red, face to face, sin Webcams ni miradas asépticas.
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